Momento del dinero electrónico
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Alberto J. Hurtado | 30 de Noviembre, 2014 | Mérida - Venezuela
En medio del alto consumo de los últimos días del 2014, la economía nacional se enfrenta a un elevado interés de los consumidores por acceder a bienes y servicios que permitan satisfacer sus necesidades y preservar el poder adquisitivo, por lo cual se utilizan (y se demandan) grandes cantidades de monedas y billetes de curso legal, medios de pago electrónicos y otros servicios financieros (transferencias, crédito inmediato, entre otros). De las formas de pago disponibles en el país, el dinero electrónico representa un producto financiero que permite el acceso restringido a los fondos propiedad del titular de una cuenta corriente o de ahorro de cualquier institución bancaria (tarjeta de débito), y la disponibilidad inmediata de fondos propiedad del banco como parte de una operación de préstamo (tarjeta de crédito).
Son ventajas del uso de la tarjeta de débito: a) conveniencia y seguridad, al eliminar la necesidad de cargar grandes cantidades de efectivo al momento de realizar compras; b) elevada gama de establecimientos donde es aceptada; c) no se pagan intereses por la utilización de los recursos, pues son propiedad del usuario; d) implica un proceso de pago rápido y seguro; e) no amerita cobro de comisión anual por su utilización; y f) facilita mayor control de las finanzas personales, debido a que todas las transacciones quedan registradas. De esta manera, representa una herramienta útil para realizar pagos por grandes sumas de dinero y garantiza la legalidad de la actividad económica que se está desarrollando.
La utilización de efectivo y cheque para cancelar deudas contraídas por el acceso a bienes y servicios privados termina siendo costosa, insegura e ineficiente, debido a que la economía gasta más recursos en procesar un cheque o permitir el acceso a monedas y billetes, en comparación con los recursos utilizados para facilitar una transacción con tarjeta de débito. Así, los elevados costos de ir al banco hoy en Venezuela (tiempo, colas, inseguridad), disminuyen la demanda de efectivo e incentivan su sustitución por los nuevos instrumentos financieros que permitan transacciones más rápidas y seguras.
Por ello, el sector público nacional y todos los agentes que participan de la actividad bancaria en el país deben sumar esfuerzos para elevar la bancarización de la población venezolana, aumentar las medidas de protección contra fraudes o robos derivados del uso de tarjetas de débito, informar con claridad acerca de los límites de dinero diario y las cuotas asociadas a la utilización de cajeros automáticos de otros bancos, aumentar el número de negocios afiliados a los terminales de puntos de venta, y eliminar las frecuentes fallas de la plataforma de comunicación que dificultan la utilización del dinero electrónico.